Cómo empezar a usar retinol o retinoides: una guía para principiantes

¿Quieres empezar a utilizar retinol porque sabes que es el mejor agente antienvejecimiento, pero tienes miedo y no sabes qué hacer? ¡El truco consiste en empezar poco a poco!

Tener una piel sana, joven y radiante es el deseo de muchas personas, y para conseguirlo, muchas buscan soluciones en el mundo de la cosmética. Una de las sustancias más populares y eficaces para combatir los signos de la edad y mejorar la textura de la piel es el retinol o sus derivados, los retinoides (de hecho son los ingredientes cosméticos con mayor evidencia científica y clínica en antienvejecimiento). Sin embargo, es fundamental saber cómo empezar a utilizarlo para evitar efectos secundarios no deseados y obtener los mejores resultados. En este artículo te enseñaremos todo lo que necesitas saber para empezar a incorporarlos a tu rutina de cuidado de la piel.

¿Qué son el retinol y los retinoides?

Los retinoides son una clase de compuestos derivados de la vitamina A, que tienen una amplia gama de beneficios para la piel. Se sabe que estimulan la renovación celular, reducen las arrugas, minimizan las manchas oscuras, mejoran la textura de la piel e incluso combaten el acné. El retinol (vitamina A) es más suave y está disponible sin receta, mientras que los retinoides como la tretinoína son más potentes y requieren receta médica. En cuanto a actividad, tenemos de menor a mayor, los ésteres de retinol, retinol, retinaldehído (o retinal) y ácido retinoico. El potencial irritante también aumenta en la misma dirección.

¿Cómo empezar a utilizar retinol o retinoides?

Consulte a un profesional sanitario o dermatólogo :

Antes de iniciar cualquier tratamiento con retinol o retinoides es imprescindible consultar con un profesional sanitario como un farmacéutico formado en cosmetología o un dermatólogo. Pueden evaluar su piel, identificar sus necesidades específicas y recomendar el producto adecuado para su tipo de piel.

Comience con una concentración baja:

Si es nuevo en el uso de retinoides, comience con un producto que contenga una concentración más baja de retinol, generalmente entre 0,1% y 0,2%. Esto permitirá que tu piel se acostumbre gradualmente al tratamiento y minimizará la posibilidad de irritación. Puedes comenzar con ésteres de retinilo (como palmitato de retinilo) o retinol si tu piel es sensible.

Puede que no sea suficiente prestar atención a los ingredientes y sus concentraciones, sino que también puede importar la formulación del producto, lo que puede dar lugar a una liberación y tolerancia diferentes (los productos con los mismos ingredientes y concentraciones de diferentes laboratorios pueden tener diferente eficacia y tolerancia).

Aplicar en pequeña cantidad:

El equivalente a un grano de guisante es suficiente para la cara y el cuello. Demasiado sólo aumentará la posibilidad de irritación sin beneficios adicionales.

Aplicar sobre la piel seca:

Aplicar después de limpiar la piel con un producto suave, pero sobre la piel muy seca, para evitar una mayor permeación.

Comience lento:

Aplica solo 1 o 2 veces por semana al principio y aumenta gradualmente la frecuencia hasta que tu piel se acostumbre. Este proceso se llama Retinización y puede tardar más de 1 mes.

Esté preparado para la fase de ajuste:

Al inicio del tratamiento, es común experimentar irritación, enrojecimiento y descamación de la piel. Esto se conoce como la "fase de ajuste". Si los síntomas son muy incómodos, habla con tu dermatólogo, quien podrá ajustar la concentración o frecuencia de aplicación.

Aplicar por la noche:

Los retinoides son más eficaces cuando se aplican por la noche, ya que la luz solar puede degradar las fórmulas y afectar su eficacia. Lávese y séquese la cara suavemente, luego aplique una pequeña cantidad de retinol o retinoide sobre la piel limpia y seca. Protege la piel del contorno de ojos, nariz y labios con una crema hidratante o grasa para evitar irritar estas zonas más sensibles.

Utilice un protector solar:

Durante el día es imprescindible utilizar un protector solar de amplio espectro con SPF 30 o superior. Los retinoides pueden hacer que la piel sea más sensible al sol, aumentando el riesgo de sufrir quemaduras solares y daños en la piel. Puedes y debes aplicar una crema hidratante previamente.

Hidratarse adecuadamente:

Los retinoides pueden provocar sequedad y descamación de la piel. Por lo tanto, es importante utilizar una crema hidratante adecuada para su piel para mantener intacta la barrera de humedad de la piel. Puedes utilizar el “método sándwich”, es decir, aplicar primero crema hidratante, luego retinol y luego más crema hidratante (no utilizar sustancias oclusivas como vaselina).

Puedes cambiar tu crema hidratante habitual por algo más nutritivo, calmante y reparador.

Se consistente:

La constancia es clave para obtener resultados con retinol o retinoides. Utilice el producto con regularidad, siguiendo las instrucciones de los profesionales sanitarios. Los resultados pueden tardar algunas semanas o incluso meses en ser visibles.

No utilice ácidos ni exfoliantes.

Evite el uso de exfoliantes físicos o químicos para no dañar la barrera cutánea.  En cualquier caso, el propio retinol también tiene un efecto exfoliante y renovador. Evite también el uso de ingredientes activos con potencial irritante como la vitamina C esa misma noche.

No aplicar sobre piel irritada o dañada.

Si tu piel está sensibilizada, irritada y la barrera cutánea está dañada, no comiences ni continúes aplicando retinoides para evitar que empeore la condición de la piel. Utilizar sérums y cremas calmantes y reparadores hasta normalizar el estado de la piel.

Si no toleras en absoluto su uso porque tienes la piel extremadamente sensible, rosácea o alguna otra afección, elige fórmulas con activos antienvejecimiento más suaves, como péptidos, bakuchiol o factores de crecimiento.

empezar a las 20

Empiece temprano para prolongar la juventud de su piel. ¡No tardes y empieza ahora!

El retinol y los retinoides son poderosos aliados en el cuidado de la piel, ya que activan la renovación celular y la producción de colágeno. Sin embargo, es fundamental utilizar estos productos de forma responsable y bajo la supervisión de un profesional sanitario. Si sigue los consejos anteriores y tiene paciencia durante la fase de adaptación, estará en el camino hacia una piel radiante y rejuvenecida. Recuerde siempre que cada persona es única y lo que funciona para una persona puede no funcionar para otra. Por lo tanto, personalice su rutina de cuidado de la piel según sus necesidades individuales y disfrute de los beneficios del retinol o los retinoides de forma segura.

Regresar al blog